Van Gogh y Walt Disney

Suena a amistad peligrosa, así fue cuando Rodarte combinó girasoles, algunos luminosos y otros marchitos, con el mundo de la película animada La Bella Durmiente. Si te esforzabas, podías imaginarte los vestidos de cintura de avispa y faldas con vuelo como símbolos de una época de inocencia. Las interpretaciones florales parecían la obra de algún artista torturado.

El desfile de Rodarte en Nueva York tendría que haber sido un momento mágico de la temporada primavera- verano 2012, pero el público estaba centrado en Beyoncé, en primera fila, con un traje que escondía su incipiente embarazo. Su look era a la vez absurdo y mono. Las modelos de la pasarela, en cambio, resultaban torpes.

Parece que renovar el vestido, un tema importante para la moda americana, no es tan fácil como parece.

¿Cuándo perdieron su toque mágico Kate y Laura Mulleavy? Había piezas con encanto, en tonos vivos azules y verdes, pero faltaba el trasfondo oscuro que se suele asociar con el dúo de diseñadoras. Según ellas, ahora están obsesionadas con los colores saturados de la película de Disney, de 1959.

No es la primera vez que Van Gogh aparece en el mundo fashion, las chaquetas de Yves Saint Laurent de 1988 con girasoles y lirios bordados son inolvidables. Pero las hermanas Mulleavy se han quedado cortas en su uso, y la colección parecía poco más que otra línea de trajecitos florales.

La antípoda a los estampados de flores es la geometría, aunque se logre gracias a la tecnología del ordenador.

Narciso Rodríguez ha presentado unos vestidos afiladísimos, con color block, aperturas en la espalda y telas vaporosas. El desfile enfrentó las formas angulosas con los drapeados líquidos. Esta idea no es nueva para Rodríguez, pero la ha renovado con una mezcla sport y aerodinámica, de cortes complejos y cambios de color. También ha demostrado que sabe reinterpretar el vestido floral, gracias al estampado pálido. De vez en cuando los cortes se complicaban, pero, en general, fue un desfile sumamente moderno.

Oscar de la Renta nunca ha manifestado tanta seguridad y delicadeza. Su colección se presentó en lo alto de un rascacielos luminoso, y el creador parecía decidido a demostrar que su técnica de Alta Costura era fresca y joven. El desfile empezó con el frufrú de faldas largas y vivas combinadas con tops de encaje. A continuación, hubo variaciones de puntilla blanca, desde el chantilly etéreo al guipur tieso, cada vestido tenía una superficie distinta.

Gracias a la confianza del diseñador, la colección era de una elegancia relajada. Hasta unas rayas en forma de piña tenían un aire controlado. Puede que la sección dedicada a la gran noche fuese excesiva, pero un maestro tiene derecho a lucirse.

Diesel brilló con ropa de sport para su colección Diesel Black Gold. El brillo era de plata negra, y había toques metálicos por todas partes, desde el telón de fondo de la pasarela hasta pantalones brillantes y un tank top plateado. El tema secundario de la colección, la dicotomía hombre/mujer, se reflejó en mezclas atractivas de camisas frescas y pantalones con estampado de serpiente y vestidos de tirantes con hebillas.

El mundo fashion americano se ha cansado del pantalón y busca la novedad en los vestidos. Pero la pregunta es: ¿se pondrá alguien estos estampados tan vivos y floreados el verano que viene?

Suzy Menkes es crítica de moda de 'The International Herald Tribune'. 

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