Código promocional Telepizza

Los tiempos de la telepizza y del chino han quedado atrás, y ahora hay una oferta enorme de restaurantes que, además de servicio de alto standing de catering mandan comida de todo tipo para los que no quieren salir de casa.

Eso sí, estas otras no ofrecen ninguno de los códigos promocionales como los de Telepizza.

Tres de las empresas más cómodas, porque incluyen varios restaurantes en su catálogo y uno puede elegir el que prefiera, son Baguise Alacarta o Néstor Mayordomo, pero si uno prefiere optar por algo más especializado, hay servicios muy recomendables como Telepescaíto que limita su área de reparto a Arturo Soria, López de Hoyos y Pinar de Chamartín, pero que consigue recrear la sensación de que uno está de vacaciones, en cualquier chiringuito de las playas de Andalucía comiéndose una fritura de excelente calidad la ensalada de pimientos y gazpacho puede incluso uno hacerlas en casa para que la sensación sea más real.

Si uno es habitual de las playas de la costa levantina, tampoco hay problema. Los servicios de Formentor o Costa Blanca le llevan a uno a casa en un momento una paella, que le transportan por un mínimo de 27 euros en el primer caso y de 18 en el de Costa Blanca, a la misma playa de Benidorm o de la Malvarrosa.

Pero si de lo que se trata es de hacerse el sofisticado, de demostrar a los invitados que uno es un hombre o mujer de mundo, refinado y moderno, las opciones son claras. Por una parte, la cocina japonesa, que con eso de que no engorda se ha convertido en lo más de lo más de cualquier cóctel con glamour Sakura, y en plan más de andar por casa Sushi Ya!,  son dos buenas elecciones), o la india, que engorda más pero da un aire de cosmopolitismo al anfitrión que siempre queda bien: Llamando a Taj tiene la papeleta del tandori y el olor a curry solucionado en un momento. 

Pero si se prefiere algo más digamos informal, más de canapé, la opción perfecta es la de las bandejas de canapés o crudités (con una presentación magnífica) de Hespen & Suárez o algo de los ya clásicos Mallorca y los imposibles de mejorar por mucho que algunos lo intenten sandwiches de Rodilla que hay que rematar obligatoriamente con los helados de sabores poco habituales y elaboración artesana de la heladería más chic de la ciudad, Giangrossi.

Con el trabajo sucio hecho, la cuestión es simplemente decorar la mesa en consonancia con el menú que se pide. Si se opta por los pescaítos o el arroz, no es mala idea poner manteles de cuadros en plan chiringuito, si se apuesta por lo japonés, decoración zen, claro, y si se llama a Taj, el incienso y las telas indias son imprescindibles.

También hay empresas que se dedican a la ambientación, para los anfitriones vagos redomados, pero ése es otro capítulo.

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