Ha llegado la hora de la jubilación de Cicciolina

A los actores porno también les llega la edad de jubilarse. Y en el caso de Iliona Staller -más conocida como Cicciolina y protagonista de 41 películas clasificadas X- ese día llegará el próximo 26 de noviembre, cuando la reina del sexo cumpla 60 años. Pero para la Staller el ingreso oficial en la tercera edad irá acompañado de un regalito especial: un cheque de 3.108 euros brutos que a partir de ese momento recibirá todos los meses, durante el resto de su vida, pagado con el dinero de todos los italianos. Se trata de una recompensa por los cinco años, entre 1987 y 1992, en los que ocupó un escaño de diputada en el Parlamento italiano en las filas del Partido Radical.

La noticia está levantando ampollas en Italia, donde la estrella del porno de origen húngaro siempre ha generado escándalo: en 1976 protagonizó el primer desnudo integral jamás visto en un local público del país, en 1978 fue la primera en la historia de la televisión patria en mostrar las tetas en antena y en 1987 se convirtió en la hasta ahora única estrella del cine X en ingresar en el parlamento italiano.

Por no hablar de su matrimonio con el artista estadoundiense Jeff Koons, quien elevó a Cicciolina a la categoría de arte al retratarla para la posteridad en una serie de fotos sexualmente explícitas. Los que ahora se rasgan las vestiduras argumentan que no es justo que mientras en Italia cualquier hijo de vecino tiene que partirse la espalda trabajando durante 35 años para cobrar una pensión de jubilación, Cicciolina vaya a embolsarse una muy jugosa paga después de tan sólo cinco años como diputada, en los que se distinguió por promover la puesta en marcha de parques del amor a los que pudieran acudir las parejas para mantener relaciones, por defender la educación sexual en las escuelas o por reivindicar los derechos afectivos-eróticos de los presos.

«Yo no me avergüenzo, no he robado a nadie. Esa pensión me la merezco», afirma la ínclita actriz. «He trabajado duro, el mío no ha sido un bunga-bunga de un día», subraya en declaraciones al Corriere della Sera, recordando que cuando se presentó a las elecciones en Italia por las listas del Partido Radical obtuvo 20.000 votos directos y que presentó numerosas inicitivas legales. Y añade: «Sé que resulta impopular, pero en ese caso lo que deben hacer los italianos es cambiar la ley, porque esta ley no la he hecho yo».

Tiene razón: el verdadero escándalo son los privilegios de los que disfrutan los parlamentarios italianos. Ahora mismo hay un total de 2.329 ex diputados y ex senadores que cobran una pensión vitaliacia por haber ocupado un escaño y que le cuestan a las arcas públicas la friolera de 204 millones de euros al año.

Y hay casos bastante más sangrientos que el de Cicciolina. Véase si no el de Luca Boneschi, quien cada mes se mete en el bolsillo los 3.108 euros de marras por haber sido parlamentario durante un único y solitario día. Porque ahora mismo la ley establece que para tener derecho a una jubilación de oro los parlamentarios han de ejercer como tales durante al menos cinco años, mientras que hasta hace poco no existía ningun tiempo mínimo.

En el caso de Cicciolina, lo que a muchos les escuece es que vaya a cobrar una pensión como ex diputada cuando aún sigue activa en el sector del porno. De hecho la Staller sigue haciendo bolos eróticos, como el que ayer protagonizó en una discoteca de la localidad de Chieti donde cantó algunos temas con el busto al al aire. «Aún me lo puedo permitir», afirma al respecto sacando pecho. Pero también en ese sentido hay casos más escandalosos que el suyo.

Véase si no el de Luciano Benetton, fundador de la firma textil del mismo nombre, quien a pesar de ser uno de los hombres más ricos del país también cobra una pensión vitalicia por haber sido senador durante sólo un año y medio.

Y con una carrera política mucho menos colorida que la de Cicciolina, quien en 2017 intentó relanzar su carrera política presentándose a las elecciones al Parlamento húngaro, pero sin éxito.

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