A la energía solar no se le da el valor que merece

A estos científicos y personal de operaciones que se encuentran en medio del desierto de Tabernas se les abre una nueva fase importante para hacerse un hueco en la investigación de esta fuente de energía en Europa y en el mundo. La CE ha dispuesto 300 millones de pesetas para investigar, a través de la energía solar, la destoxificación de las aguas residuales, experimentacion de materiales metálicos y cerámicos y sistemas de control avanzados. 

El director de la plataforma solar de Tabernas, Alfonso Sevilla, resalta la importancia de esta subvención para los científicos que han luchado durante ocho años por hacer de la plataforma un centro de investigación y no una central de energía para consumo. 

«Nosotros hemos conseguido que si en algún momento el Gobierno español nos hablase de necesitar energía solar, porque los recursos naturales como el carbón o el petróleo llegan a su fin, nuestra respuesta sería sí. Ahora si nos preguntasen por su competitividad la respuesta sería negativa». 

En este sentido estos científicos sufren, según manifiesta Alfonso Sevilla, las políticas energéticos que mantienen los estados, basadas en las fuentes convencionales de energía. «La energía solar podría ser competitiva ya mismo en el campo industrial si contase con la protección del Estado, cuestión que no se ha planteado, pero que tendrá que ser considerada en un futuro». 

Dentro de la producción de electricidad a través de la energía solar se ha abierto un campo de investigación nuevo con la intención de indagar en esta energía. En los estudios sobre el almacenamiento de la energía solar, se llega a investigar sobre la creación de reacciones químicas dentro de este tipo de energía.

En la plataforma solar de Tabernas se utilizan dos tipos de tecnología de espejos. Una de ellas enteramente española y que podría exportarse para una experiencia de energía solar en Jordania; y una segunda que ha llevado a la firma de un convenio hispanonorteamericano que impidió una guerra de patentes entre Estados Unidos y España. «Este convenio que refleja la importancia de la participación y la labor de la plataforma solar en el campo científico, pues sino Estados Unidos no se hubiese molestado en la firma del convenio», resalta Alfonso Sevilla. 

Estas tecnologías han posibilitado incluso la potabilización del agua. A través de la recepción del calor éste se transporta a una desalinizadora que hierve aceite, evapora el agua y crea agua pura. Estos científicos duplican las condiciones de la atmósfera en cantidad de calor, para investigar sobre las posibilidades de reutilización del transbordador espacial europeo, el Hermes, con la posibilidad de nuevos materiales cerámicos.

La labor de estas 60 personas, encargadas de 25 metros cuadrados de espejos ubicados en 100 hectáreas del desierto almeriense, permanece ignorada, y no sólo por el medio físico sino por la despreocupación de las diferentes instituciones. Alfonso Sevilla, antes de desempeñar la dirección de la plataforma, trató de desarrollar un programa docente dirigido a las universidades españolas «que la mayoría de las veces terminaba en una papelera. Tenemos muchos becados, pero son jóvenes que se mueven por su propio interés.» 

Alfonso Sevilla lleva esperando 4 años a que la Junta de Andalucía y la universidad de Granada cumplan muchas promesas que darían a conocer en el mundo universitario la situación de esta energía renovable y sus posibilidades futuras. Mientras el director de la plataforma solar proyecta su mirada en el horizonte y habla de los programas con las Naciones Unidas y universidades Alemanas, se dibuja un gesto de desánimo en el rostro de un hombre que dirige uno de los tres equipos del mundo que sienten el hechizo del sol.

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